El secreto del éxito de una buena costurera reside, en un 50% en la plancha.
La primera vez que leí la frase de arriba decidí no hacer ningún caso, ¡odio planchar!, pero tuve que cambiar de opinión enseguida. Un planchado correcto, durante cada fase del trabajo de costura, simplifica mucho la tarea y mejora notablemente el resultado.
Hay que planchar después de cada paso de trabajo, es decir: planchar las pinzas antes de cerrar las costuras. planchar todas las costuras (y abrirlas) antes de unir varias piezas y antes de entornar y planchar el dobladillo. Este metódico y aburrido proceso es necesario para asentar bien cada costura y mejorar el aspecto final de la prenda.
Es importante señalar que no estamos hablando del concepto clásico de planchado (deslizar la plancha sobre la prenda), sino de asentar el trabajo de costura, es decir, ir colocando la plancha sobre una zona presionando muy poco, levantar y pasar a la zona siguiente.
Algunas técnicas básicas de planchado resumidas y adaptadas del cuadernillo gratuito de Burda Coser es fácil:
1.-Poner siempre un paño cuando se planche por el derecho de prenda la para evitar brillos.
2.- Las costuras se planchan primero de forma plana (figura 1) y después separando los márgenes (figura 2).
3.- En las costuras redondeadas hacer varios cortes en los márgenes. Para separar los márgenes de costura con la plancha, poner la prenda sobre la tabla de planchar, de forma que la costura quede justo al lado del canto (figura 3) o utilizar una almohadilla de plancha.
4.- En las telas delicadas, intercalar tiras de papel por debajo de los márgenes de costura, para evitar que se marquen por el derecho de la prenda (figura 4).
5.- Si, a pesar de todo, se marcan los márgenes o dobladillos, volver a planchar con cuidado por debajo de los cantos (figura 5).
6.- No planchar nunca por encima de alfileres.
7.- Cepillar el jaboncillo de sastre antes de planchar.
8.- Si se producen brillos, usar el vapor de plancha o un paño para humedecer la zona, y después cepillar ligeramente.
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gráfico de Burda |
Almohadilla de plancha o guante de sastre: es un cojín muy compacto con curvas redondeadas. Se utiliza para planchar las costuras curvas y las costuras de montaje de las mangas, las pinzas, y los cuellos. Se puede fijar sobre el planchamangas o mantener con la mano debajo de la zona a planchar, con mucho cuidado para no quemarse con el vapor (guante de sastre). Pueden comprarse en mercerías o fabricar uno en casa.
Para hacer la almohadilla vosotros mismos, podéis descargaros el patrón gratuito del blog
El baúl de las costureras. Además de la almohadilla, el patrón incluye un rodillo y un mitón.
Otra opción para sustituir a la almohadilla, si no queréis complicaros, es enrollar una toalla y sujetarla bien al planchamangas con una tira de tela muy ligera de algodón (un rollo de venda para heridas, por ejemplo). Es sencillo, rápido y funciona perfectamente.
Planchamangas: es muy útil para planchar las costuras de las mangas y para todas aquellas piezas que son demasiado estrechas para ponerlas en la tabla de planchar.
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